Si vamos a correr, nadar, caminar... es conveniente comer dos horas antes y tener en cuenta que un plato a base de hidratos de carbono como pasta, arroz o pan, se digiere antes y mejor que uno rico en grasas y proteínas (carne roja, fritos, embutidos...)
Además, es recomendable que no pasen muchas horas entre el momento de comer y el ejercicio ya que, de lo contrario, nos sentiríamos débiles.
